Robo en Escalada

De todas las crónicas me tocó escribir esta es la primera que no tengo ganas de hacer. Por el resultado final, porque veo el objetivo que parece tan cerca y de golpe se vuelve a escapar, por la situación en que se dio la derrota, por el malestar vivido en Escalada, y por muchas cosas más que generan mucha bronca e impotencia. Dan ganas de olvidarse de todo y arrancar de vuelta el partido que viene.

Además de todo esto, y lo ya citado de Guillaume, el partido es muy difícil de detallar. Fue un encuentro hasta el comienzo del segundo tiempo y otro completamente distinto después de la intervención alevosa del árbitro.

Antes del partido ya había malas noticias de nuestro equipo, Bazan Vera no pudo recuperarse completamente de su molestia y tuvo que ver el partido desde afuera. El equipo fue:

Crivelli; Cano, Sosa, Moiraghi, Quiñonez; Carreira, Orfila, A. Flores, Sergio López; Luís López y Falczuk.

Empecemos por el principio. Sin demostrar total superioridad sobre el rival, Temperley cuando tenía la pelota reflejaba que su potencial era muchísimo más grande que el de Talleres. Almada Flores y Sergio López jugaban un buen partido y armaron las jugadas más importantes. El gol llegó justo, López bajó un centro y le rompió el arco a Gambandé. Digo que llegó justo porque fue en el momento en que el Gasolero comenzaba a dejar de ser profundo, algo a lo que últimamente nos tiene acostumbrados.

A pesar de eso, con el resultado se hacía justicia. Pero Talleres comenzaba a venirse con todo, recordemos que estaban últimos en la tabla del descenso y necesitaban ganar si o si. Hasta ese momento la defensa demostraba inseguridades pero eran salvadas por un muy cumplidor Leandro Sosa. Pero fue rebasada por los desbordes del Tallarín, especialmente por el lado de Quiñonez. De ahí llegó el segundo gol, con dos jugadores que llegaron solos para cabecear un centro al área de Crivelli. 5 minutos antes un corner no puede ser despejado por la defensa y desde el área chica se convirtió el primero. 2-1. El Cele se dejo estar y lo pagaba caro.
Pero como ya había dicho antes, Temperley parecía que, si quería hacer un gol, lo hacía. Por eso, 3 minutos después llegaron al arco contrario varias veces con peligro. Almada Flores decretó la igualdad con un hermoso disparo desde afuera del área.

El show de Guillaume abría el telón por esos minutos. Lejos esta mi actitud en los partidos de agarramela con el arbitraje, o justificar todo a partir de eso. Pero en este encuentro, me es inevitable. El colegiado se convirtió en el protagonista del partido. Parece que no toleraba ni un reproche de un jugador Celeste y así amonestó a Moiraghi luego de que este le reclamara por una terrible patada a Almada Flores y otra a Carreira.

El primer tiempo terminó y me quedaba el sabor amargo de estar viviendo la misma historia que en los últimos partidos de visitante. Nos ganaban por las ganas. Pero iba a ser peor.
Futbolísticamente el segundo tiempo era igual que el primero. El Gasolero jugaba como si supiese que tarde o temprano lo iba a ganar. Pero mientras tanto Talleres llegaba, y con peligro. Cuando quiso reaccionar, los jugadores se dieron cuenta que en frente tenían un equipo al que se había dejado crecer a lo largo del partido.

En los primero choques en el mediocampo no se jugaba fuerte pero sin embargo tuvimos que sufrir la expulsión de Sergio López que aparentemente empujó a uno de Talleres. Se notaba una “ligera” tendencia de Guillaume en perjudicar al Celeste, en esos momentos sólo pensaba que es un arbitro malo y nada más. Pero el tiempo me demostraría que estaba equivocado.
Luego de la expulsión se calentó más el partido, pero sin llegar a roces fuertes. En esos momentos llegó el 3-2.

Patada criminal a Carreira. Tuvo que salir lesionado. Guillaume nada. Encima nos cobraba faltas que no existían y sacando amarilla. Así amonestó a Almada Flores. Todavía seguía sin mostrarle tarjetas a Talleres que cometía las mismas faltas que nosotros.
Luego de que por fin cobre una falta sobre Falczuk, el Turco le recriminó otras y recibió su amarilla. De paso, y con la tarjeta en la mano, amonestó al infractor en lo que sería la única tarjeta para el equipo local. Guillaume estaba insoportable, después amonestaría a Crivelli por apurar a uno del Tallarín cuando faltaban pelotas. Ninguna de estas cosas se las hacia a Talleres. Daba asco desde afuera ver lo parcial que era.

También echó a Almada Flores, otra vez por un supuesto exceso verbal. Después de eso ya estábamos casi resignados. Talleres con dos más nos superaba ampliamente y de no ser por Crivelli nos hubiésemos venido 4 goles abajo. Para cerrar el show le sacó la segunda tarjeta amarilla a Moiraghi en una falta que NO EXISTIÓ!!

En los últimos minutos el Cele fue pura ganas (tarde). Con centros y tres jugadores menos tuvo dos jugadas de peligro.

El partido terminó de esta manera. Más allá de las injusticias, Temperley cuando era mejor no mantuvo el resultado y cuando tuvo chances de ganarlo no lo hizo. Por meritos del rival y por defectos propios, por supuesto.

Sinceramente es la primera vez que me refiero tanto al árbitro de un partido. Pero lo de esta tarde fue demasiado evidente. Y desligo de toda esta situación a Talleres de Remedios de Escalada, tuvo la suerte que era el rival de turno. Guillaume mismo nos dio la razón. Cuando Vivaldo fue a que le de explicaciones esto fue lo que dijo:

Guillaume: -Todo esto que pasó fue por culpa de Anello.
Vivaldo: (muy caliente) -Pero Anello esta afuera de la cancha, somos nosotros los que estamos adentro.

Obviamente el Flaco tuvo que ser separado del árbitro por miembros del cuerpo técnico de Temperley. Recordemos que las últimas semanas el periodista Gabriel Anello (reconocido hincha de Temperley) se refirió sin pelos en la lengua sobre las actuaciones de algunos árbitros de la división (entre los que esta el mencionado Guillaume)

La ola de inseguridad llegó a Remedios de Escalada, esta vez nos tocó a nosotros.

Mejor jugador Celeste: Leandro Sosa
Campo de Juego: Bueno
Arbitro: Gabriel Guillaume (Desastroso)

Rodrigo Grabiel