Por los Medios - Brown 1-1 Temperley



Demasiado Gasolero



Temperley se puso en ventaja con un penal de Bazán Vera y se encaminaba al quinto éxito al hilo e una cancha difícil, pero se conformó con eso y Brown (A) se la empató con el gol de Fariña.

Se le cortó la racha a Temperley. Pero no para que los hinchas lo lamenten. Porque está claro que el quipo del Tano Stagliano va en alza. Luego de un arranque muy malo, conquistó cuatro victorias al hilo y en esta oportunidad, ante Brown en Adroqué, llegó a la parda (13 puntos de 15 posible) en una cancha complicada, con dimensiones pequeñas. El lamento sólo puede ser porque el gol de Bazán Vera ilusionaba, teniendo e cuenta que cada vez que él había convertido, su equipo había ganado…

Al principio, la idea de López y el indio aguataran los pelotazos que partían desde el fondo tuvo sus frutos. Porque era la manera que el Cele había elegido para atacar y a partir de esa premisa dominaba el partido. Sin embargo, la confianza de Bazán para meter ese derechazo desde los doce pasos al fondo de la red no alcanzaba. Porque para convertirse en un candidato en serio, a Temperley le falta ese plus para dejar de ser tan Gasolero y liquidar los encuentros.

Así, se dio cuenta Brown (A) que lo podía empatar. Y salió a jugar el segundo tiempo al ras del piso. La clave era la combinación entre Villamayor y Fariña. Y con la inspiración de este último alcanzó. Porque ese gol acabó con toda aspiración del rival, que aguardó a que termine el encuentro. El Cele aguanta.






Brown le dio un golpe a las ilusiones de Temperley


El Cele ganaba 1-0 con gol de Bazán Vera –de penal- y se metía de lleno en la lucha por la punta de la Primera B pero apareció el Beto Fariña con un golazo bárbaro que le dio el empate al Tricolor. Así, los dirigidos por Stagliano deberán vencer el martes a Estudiantes para no poderle pisada a los líderes Morón y Sarmiento de Junín.

Parecía que tenía todo bajo control. Pero no. A Temperley se le esfumó una clara posibilidad de convertirse en el líder del campeonato de Primera B al conseguir apenas un empate ante Brown de Adrogué (1-1) en el estadio Lorenzo Arandilla. Es que el Cele tenía 22 puntos y dos partidos menos que Sarmiento (28, empató ante Colegiales en Junín) y si ganaba quedaba justo a tres unidades cuando el martes tiene que jugar el pendiente ante Estudiantes de Buenos Aires. Pero no. Otra vez no.

El equipo que dirige Vicente Stagliano hizo un discreto primer tiempo donde consiguió ponerse en ventaja por obra de Daniel Bazán Vera –de tiro penal- a los 34 minutos pero bajó mucho su nivel en la segunda etapa donde el Tricolor consiguió el merecido empate desde la pegada de Norberto Fariña que, a los 16’, clavó un derechazo inatacable sobre el ángulo inferior derecho del arco defendido por Crivelli.

Había arrancado bien la cosa para el Celeste. A los 2’ el Indio Bazán Vera sacó un cabezazo que tapó bien Bangert y a los 8’ el árbitro Germán Delfino anuló (¿mal?) un gol que marcó Cristian Quiñones por presunto off side, en una jugada para ver varias veces por televisión.

Brown apenas había inquietado con un disparo a distancia de Oscar Villamayor que controló bien el arquero gasolero. Y nada más. Tibio Biglia, algo dubitativos tanto Jacobo Mansilla como Villamayor, los dirigidos por Kopriva eran bien neutralizados por los celestes.

Pero si la partida conducía lentamente a un triunfo visitante la movida de piezas, sin duda, cambió por completo el panorama. En el segundo tiempo, de movida, el Tigre mandó a la cancha a Fernando Torres por Biglia y al pibe Miguel Urueña por el intrascendente Lapenna. Y mientras uno raspó, metió y ayudó a ganar el medio el otro se encargó de asociarse mejor con Franco Romero para lastimar a Temperley sobre el sector derecho de su defensa.

¿Stagliano? Intentó apostar a la velocidad de Nicolás Falczuk para definir el partido de contra o con un centro al Indio pero le salió mal porque Luis López –el hombre saliente- había sido uno de los mejores en los primeros 45 minutos gracias a su presencia física y el buen cabezazo que le permitió bajar varias pelotas en una cancha chica donde se suele jugar poco y nada por abajo.

De todas maneras, a los 8’ el Cele tuvo una para liquidarlo: zurdazo de bolea de Bazán Vera que se fue cerca del arco de Bangert. Y Brown respondió con contundencia porque a los 16’ aprovechó un mal rechazo de Nahuel Martínez que le quedó servido en la medialuna a Fariña y el Beto no perdonó. Sí, 1-1. Y a otra cosa…

La gente de Brown, que le puso mucho colorido al duelo sureño, se degustó un ratito con el toqueteo intrascendente que hizo bajar el famoso “ole, ole” de las tribunas. Temperley tuvo una clara a los 24’ cuando primero Bangert se anticipó a Bazán Vera dándole un puñetazo a la pelota cuando el nueve a aprestaba a definir. Y el legendario arquero sacó otra increíble a los 43’ cuando le tapó un disparo cruzado a Brítez y en el rebote le sacó el gol del triunfo a Falczuk.

El Tricolor se fue más contento. Y claro, es que casi lo termina ganando. A los 35’ Romero –que se hizo un festín con Martínez- desniveló por izquierda y le sirvió el gol a Martín Cabrera que definió con un tiro algo pifiado y así el partido murió en el empate. ¿Sirve el punto? Más a Brown que a Temperley, aunque los empates de Sarmiento y Morón (1-1 con Italiano) le siguen dando changüi al Celeste.



Justo Reparto


El encuentro que el pueblo Tricolor no se quiere perder por nada del mundo. La tarde más linda del año. El día que el Cele visita el Arandilla. Las horas donde los corazones rojos, celestes y negros viven un tic tac diferente. Eso es lo que se vive en Adrogué cada vez que Brown recibe a Temperley. Yeso fue lo que todos aquellos que asistieron al estadio Tricolor pudieron percibir al cabo de un encuentro que terminó empatado 1 a 1.
Brown y Temperley no jugaron un gran partido de fútbol. Pero se entregaron sin guardarse nada, y a los noventa minutos no le faltaron momentos de tensión, de emotividad y de desahogo. Por eso, nadie se aburrió en Adrogué.
El partido arrancó como se preveía. Un Temperley que apostaba todo lo que tenía en el bolsillo a la cabeza goleadora de Bazán Vera. Y en la primera que le llegó casi factura entrando por el segundo palo y obligando a Bangert a estirarse y tapar un gol seguro. ¿Brown? Estaba como atado el equipo de Kopriva y pensando demasiado en lo que podía ocurrir con el 9 rival. Mucho respeto y pocas ideas hicieron que casi no atacara en toda la primera etapa. La visita, que ya había avisado con un gol polémicamente anulado, llegó a la ventaja antes del cierre de la primera mitad. Un afortunado rebote en defensa derivó la pelota a los pies de López que estiró la bola y se dejó caer ante la desesperada salida de Bangert. Penal y gol de Bazán Vera que cerró los ojos y le pegó al medio.
Kopriva, como siempre, aprovechó al máximo los quince minutos de entretiempo que le otorga el reglamento y desde los vestuarios nomás ya enderezó el rumbo de un partido que pintaba esquivo. Torres y Urdeña a la cancha sin perder más tiempo, y un tanque lleno de actitud súper para ver en cancha a otro Brown. Villamayor compró la pelota y empezó a distribuirla con fino criterio. Torres empezó a generarle problemas al rival (como lo hizo también en el Bajo Flores contra Español) por la banda derecha. El Beto clausuró el anillo central, y Franco Romero recuperó la memoria y comenzó a creerse y demostrarse a sí mismo que cuando se enchufa, da la sensación de poder vulnerar cualquier marcador de la categoría que se le cruce. Por eso, pasado el cuarto de hora, llegó la justa paridad: Romero desbordó, la defensa despejó a medias, Fariña la controló, se buscó el hueco y metió un fierrazo desde afuera del área para dejar sin chances a Crivelli.
A partir de allí fue casi todo de Brown que movía la bola en el medio y abría la cancha con Romero por izquierda y Torres por derecha. Urueña pudo ser el héroe, pero no alcanzó a conectar bien de cabeza. Un rato más tarde lo tuvo Martín Cabral (debutó hoy el volante) pero también se fue cerca. El Celeste, muy replegado, le daba toda la responsabilidad a Carreira (el mejor de la visita) que se movía bien en el andarivel derecho. La última acción fue para los de Stagliano que, en los piés del ingresado Falczuk tuvieron una chance inmejorable exigiendo otra vez la espectacular intervención del uno de Brown. Fue empate y fue justicia. Habrá que quedarse con la imagen positiva del complemento. Jugando así, es posible mezclarse con los de arriba.

Sergio Viacava.