Western

Toda una película del oeste vivió Temperley esta tarde. Además de un partido muy caliente en el que nos trajimos un muy importante punto; el encuentro estuvo condimentado por muchisimas cosas que
ocurrian fuera del campo de juego. Rumores de que el técnico renuncia para irse a otra institución zonal (Morón), el partido aparte que jugaba Daniel Bazan Vera, la idolatria por Alejandro Orfila de la parcialidad local, el odio hacia Nicolas Falczuk y todo esto en medio de un temporal que pasaba de calor a viento y amenzas de tormenta.

En lo que fue el ultimo partido como director técnico de Vicente Stagliano el equipo salió al “Fragata Sarmiento” con: Crivelli; Cano, Sosa, Moiraghi, Quiñónez; Guiñazú, Orfila, Almada Flores; Falczuk, Bazan Vera y Allende. El esquema fue el mismo de los últimos partidos con un 4-3-3 bien definido y con Allende y Falczuk bien abiertos por los costados.

A la salida de los vestuarios el Indio fue fuertemente silbado y esto se repitió cada vez que entraba en acción con la pelota. Alejandro Orfila recibió una plaqueta que no hacia más que materializar el cariño que le demostraba la popular y la platea local. Almirante Brown comenzó el partido con un esquema parecido al de Temperley, pero al ser local este se convertía en un 4-2-4 con frecuencia. El planteó inquietó mucho a la defensa ya que quedaba en inferioridad numérica.

A pesar de contar con tres delanteros, el Gasolero salía de contra mientras que el encuentro se jugaba en su propio campo, lejos del arco de Crivelli. En una de esas contras el arquero Hernandez tuvo que evitar dos veces que Daniel Bazan Vera no convierta su gol.

Almirante seguía teniendo las ocasiones mas claras y logró convertir con un cabezazo luego de un tiro libre pero el gol fue anulado por off-side. En seguida Ferrer sacó un remate desde el borde del área que paso a centímetros del palo derecho de Crivelli. En medio de los ataques del local, Sebastián Allende tuvo que retirarse lesionado y en su lugar ingresó Sergio Lopez que jugaría un partido muy bueno parándose al lado de Alejandro Orfila y dejándole la banda izquierda de la delantera a A. Flores.

Otra vez Federico Crivelli demostró porque es el dueño indiscutible del arco de Temperley. Se mostró muy sólido cortando centros, rápido de piernas y cuando lo probaron respondió de manera excelente. Lamentablemente terminó muy golpeado el primer tiempo, en un golpe que el árbitro no vio, y estuvo en duda para comenzar el segundo.

Después del entretiempo el Celeste comenzó a llegar con más gente y Falczuk en los mano a mano se comía crudo a los defensores locales. Con un 4-4-2 ofensivo mejoró mucho el trabajo del mediocampo. Almada Flores levantó el nivel que había tenido frente a Defensores de Belgrano, Guiñazú demostraba que puede ser titular y la dupla S. Lopez-Orfila jugó un muy buen partido.

Los centros a Bazan Vera a partir de las subidas de Julian Cano y Cristian Quiñónez seguían siendo el arma más peligrosa. A los 10 minutos estrelló un cabezazo en el ángulo que podría haber abierto el marcador.

Por el lado de Almirante ingresó Pedro Alves y fue él con su rapidez quien manejó la pelota en los ataques. En la primer jugada interceptó un corner a favor con la nuca que milagrosamente no cruzó la línea de gol.

Con una corrida increíble Nicolás Falczuk gambeteó a dos jugadores en una contra y quedo de frente al arquero que reaccionó bien. En el rebote, que no bajaba nunca, Bazan Vera no pudo cabecear por una dudosa intercepción de un defensor.

Almirante y Echenique empezaron a inclinar la cancha y crecieron las figuras de Quiñónez, Cano y, sin dudas, Crivelli que se mostraba muy atento. Perdido por perdido, porque renuncia a la direccion tecnica (ver aparte), Stagliano mando a la cancha a Luis Lopez en lugar de Guiñazú y paró un 4-3-3.

El clima empezó a ser protagonista y el encuentro cayó en un bache por varios minutos. El viento fuerte que soplaba en la cancha perjudicaba la elaboración de jugadas y complicaba a las defensas en algunas muy simples.

El partido dejó una última anécdota a cargo de Witozisky que caído del cielo pareció ingresar a la cancha solo para pararse en la línea, poner la cabeza y evitar lo que hubiese sido la derrota de Temperley.

El encuentro terminó después de unos largos 6 minutos adicionados por el árbitro, justo para que la gente pueda escapar de la lluvia a tiempo. De esta manera nos trajimos un punto que es mucho mas valioso cuando se sabe que en realidad fueron dos puntos menos para un rival directo en la lucha por el ascenso.

Mejor jugador Celeste: Federico Crivelli
Arbitro: Fernando Echenique (mal)
Campo de Juego: Regular

Rodrigo Grabiel