Como Corresponde

Por Rodrigo Grabiel
rgrabiel@gambeta.info


(27/01) Temperley levantó cabeza luego de la serie de malos resultados que venía arrastrando y se impuso claramente por 2 a 0 frente a Atlanta en el Beranger. Con un esquema y una actitud muy distinta a la que se vio en el pasado partido frente a Comunicaciones, el Gasolero supo adueñarse del balón durante la mayoría del encuentro y prácticamente no le dio chances al equipo visitante para emparejar el juego. Muy buen partido de Quiñonez y Luís López, autor del primero.

Parece que Vivaldo decidió relegar un poco a los pibes luego de “tocar fondo” el sábado pasado en Agronomía, y la apuesta no le salió nada mal.

Pensando en el planteo ofensivo y por las bandas que venía parando el técnico Alonso en Atlanta, y además con la posibilidad de soltar a un inquieto Quiñonez de la línea del fondo, el Flaco se decidió por un 3-4-1-2.

El equipo fue el siguiente:

Crivelli
Farina, Krikorian, Pages
Guiñazú, Jesús Díaz, Tessoro, Quiñonez
Sergio López
Bustos Montoya, Luís López

Para el posterior éxito de este esquema, fue vital la buena actuación del tandem Krikorian – Pages. Si bien ambos pelados algunas veces se juntaron demasiado en las marcas, no obligaron a Cristian Quiñonez a bajar a defender por demas. Lo que se vio reflejado en una mejora en la salida del equipo desde el fondo, uno de los puntos más bajos que venía mostrando el Gasolero.

Hablando más precisamente de lo que fue el desarrollo del partido, podemos decir que al comienzo los jugadores de Temperley estaban muy concentrados tratando de adecuarse a un estilo de juego y a posiciones relativamente nuevas. Lo que implicó poco peso en el campo rival. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, fueron ganando en confianza y comenzaron a llegar las oportunidades de gol.

El primero que empezó a soltarse fue Facundo Tessoro. El jugador perteneciente a All Boys, tuvo muy buenas asociaciones con Sergio y Luís López y a partir de ellas se gestaron las mejores jugadas del Celeste.

Promediando la primera parte, la defensa del Bohemio empezó a flaquear. Luís López aparecía solo en el área y la experiencia del Tati obligaba a cometer faltas cerca del área.

Luego de llevarse varios sustos, principalmente de pelota parada, Atlanta sufrió el primer gol. Sergio López aguantó la pelota en mitad de cancha y en el momento justo le metió un pase delicioso al movedizo de Luís López; este, sin complicarse frente al arquero, acomodó la pelota y la puso fuerte al primer palo. Fue un gol de goleador, un gol de un N° 9 que hace lo que mejor tiene que hacer: definir bien.

Luego del 1-0 Temperley no bajó los brazos y mantuvo la misma actitud hasta el entre tiempo, sólo que a partir de ese momento creció el protagonismo de jugadores como Pages y Jesús Díaz para que la ventaja en el marcador no corriera peligro.

Últimamente el Gasolero de Vivaldo, y de otros técnicos también, nos tiene acostumbrados a victorias ajustadas, principalmente debido a un cambio de actitud o de esquema al ir ganando. Pero el día de hoy fue la excepción. No sólo Temperley no se metió atrás, sino que salió con muchas ganas de marcar el segundo.

Durante el segundo tiempo, Quiñonez y Guiñazú se dedicaron a jugar exclusivamente de volantes y Sergio López por momentos era un delantero más.

Sin embargo quien iba a marcar la diferencia sería, la figura del partido, Luís López.

El N° 9 Gasolero se destacó hoy en los puntos que más se lo criticó durante todo el torneo. No dio ninguna pelota por perdida (ni por ganada) y luchó hasta el final cada vez que la jugada lo ameritaba. Ese es el goleador que exige el hincha Gasolero. Ese es el Luís López que tiene futuro de Nacional B. El que se vio hoy en el verde césped del Beranger.

En una de sus corridas con pelota dominada, entró por derecha al área, lo tocaron de atrás y el arbitro Delfino cobró penal.

El encargado de ejecutar la pena máxima fue Federico Crivelli. Quien convirtió pateando el penal como hay que patearlo, fuerte.

Ahora bien, si bien Crivelli pateó muy bien, ¿es necesario que se tenga que arriesgar tanto haciendo ir a patear al arquero un penal? ¿No hay en el resto de los diez profesionales que están jugando, al menos uno que pueda patear bien un mísero penal? ¿No cabe la posibilidad que Crivelli no convierta y que pasemos de estar un gol más arriba a estar casi seguro uno abajo?

Ya sabemos que Fede es referente indiscutido y seguramente se merece más que cualquiera en este plantel el honor de convertir con la camiseta de Temperley. Pero seguimos pensando que se corre un riesgo demasiado grande. Ojala que nos equivoquemos. Ojala Crivelli nos tape la boca cada vez patee desde los doce pasos.

Siguiendo con el partido, el Gasolero con un poco más de precisión en los últimos metros hubiera podido terminar el partido con algún gol más de diferencia.

Lo cierto es que Temperley volvió a ganar. Y ganó bien, como corresponde.



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