Por los Medios:De cabeza a la pelea
Con un gol agónico, el Gasolero se prendió
Temperley derrotó por 1-0 a Central Córdoba con un frentazo de Luis López a los 43 del segundo tiempo, en un partido sin demasiados sobresaltos. Así el Gasolero sumó su tercera victoria consecutiva en la B Metropolitana y se metió en la lucha por el campeonato.
Temperley superó de local por la mínima diferencia a Central Córdoba en el Alfredo Beranger, con un gol del juvenil Luis López a los 43 minutos del segundo tiempo.
Con este resultado, el Gasolero sumó su tercera victoria consecutiva (venía de derrotar a Merlo y Atlanta) y no sólo salí del pozo en el cual estaba atrapado, además, se prendió en la lucha por el campeonato.
En el primer tiempo, si bien Temperley insinuó mucho más que su rival, le faltó el último toque para ponerse arriba en el marcador. De hecho, tuvo varias jugadas para marcar, pero no facturó. A veces le faltaba un poco de precisión y otra un poco de suerte.
El Charrúa esperaba y hacía tiempo cada vez que podía. Sin dudas quería llevarse un punto del Alfredo Beranger.
En el complemento, el “Tano” quiso darle al equipo más ofensiva y metió mano en el banco de suplentes: ingresó el enganche Juan Manuel Quevedo por el defensor Julián Cano.
Al cuarto de hora, el capitán Bazán Vera se perdió una de las más claras del partido. Después de un cabezazo de Adrián Ávalos, no pudo definir bien pese a que estaba a dos metros del arco.
Pero el Gasolero tuvo su revancha. Poco después, en una gran jugada colectiva, que terminó en el frentazo de López, llegó el gol tan esperado del elenco de la zona sur.
www.inforegion.com.arCielo Celeste
El Celeste volvió a ganar sobre el final, esta vez al Charrúa y se despeja su camino hacia la punta.
El inicio de torneo había sido prometedor para Temperley, con un par de importantes victorias (Morón y Español). Luego el equipo cayó en un pozo y empezaron a escasear los resultados y el buen juego. Las dos últimas presentaciones, en las que triunfó sobre Merlo y Atlanta, le devolvieron la ilusión de pelear por el ansiado ascenso. Y ayer, el Celeste ratificó que va por todo. Porque aunque no jugó bien, volvió a festejar sobre el final, como ante Tristán Suárez (perdía 3-0 a 15' del final) y frente a Colegiales (caía 3-1 a falta de 2') y quedó a cinco del líder Sarmiento.
El inicio del partido encontró al Gasolero con el control de la pelota, pero sin saber qué hacer con ella. La visita, por su parte, tenía problemas en el medio y no podía generar juego. Las ideas de los dueños de casa se terminaban apenas se aproximaban al área rival. El único remate al arco por parte del Celeste fue un tiro de Cano que no trajo problemas para Palos. Pero sobre el final del PT los rosarinos podrían haberse puesto en ventaja con un disparo de Marinozzi que se fue cerca del primer palo de Crivelli. En el complemento Temperley cambió la actitud, aunque sin generar real peligro. Central Córdoba se iba conforme con el punto, pero no tenía en cuenta que el Gasolero se despierta en los minutos finales. Y López apareció, como ante Atlanta, para darle un triunfo que le permite soñar.
www.ole.clarin.comEl Charrúa jugó lejos del arco rival y Temperley se lo ganó al final
Todo proceso de transición tiene su consecuencia. A veces es favorable y otras no. Y este Central Córdoba volvió a pagar un alto precio como resultante de la irregularidad. Anoche aguantó hasta donde le dio el lomo. Pero se quedó ante la constancia y sacrificio de Temperley, que ratificó ante los ojos de su gente que la crisis global lo tiene sin cuidado. El Charrúa vio caer sobre el epílogo su mercado una vez más, porque carece de un agente que pueda revalorizar su cada vez más desplomado patrimonio.
La segunda presentación del Bocha Forgués no fue la mejor. Su equipo distó mucho de ser el compacto y agresivo que pretendía el técnico charrúa. Si bien el Celeste no tuvo nada de gasolero, porque sus hombres dejaban su huella en cada sector del terreno, el elenco rosarino se preocupó más por especular que por intentar jugar.
Tal vez esa limitación tuvo su punto de convergencia en que improvisó un mediocampo con actores que por el momento están más para ocupar un rol de reparto que de protagonista. Forgués la pifió al sacrificar a Taborda como doble cinco y expuso a Calabrese al otorgarle la facultad de generador de juego, cuando al Pelado le falta rendir algunas materias para poder ejercer esa función, pese al empeño puesto.
Esas ventajas fueron bien aprovechadas por Temperley, que fue copando cada metro porque veía que enfrente había un equipo condicionado y que en cualquier momento quedaba KO, más allá de la resistencia que ofrecía con amor propio.
El Celeste se destacó sin tener que brillar en la noche. Le bastó con plantarse mejor y con dominar sin la obligación de apelar al juego agresivo de tres cuartos hacia adelante. Aunque vale destacar que Córdoba no se la hizo muy sencilla en el complemento, pese a lo endeble que fue en el primer acto.
El Gasolero tuvo sus momentos para irse al descanso en ventaja, pero entre Mariano González y Palos se encargaron de contenerle la alegría. Pero en el segundo acto encontró la llave que parecía haber perdido por unos instantes y terminó marcando la diferencia en el balance final.
Luis López vulneró con un martillazo seco la superpoblación de defensores que estaban conteniendo el marcador como podían. Es que el final estaba cerca. Pero cómo habrá sido de pobre la performance charrúa que la única llegada seria se produjo cuando agonizaba el primer capítulo mediante un remate de Marinozzi, que sirvió más que nada para demostrar que enfrente había un rival.
Pasó una nueva jornada donde el Charrúa asentó en su diario que no puede reponerse del mal inicio de campeonato. Las fechas avanzan de manera discriminada y Córdoba se consume y pierde en la intrascendencia. Claro, todo proceso de transición tiene sus consecuencias. A veces es favorable y otras no. Como este delicado presente que vive en carne propia el representativo de Tablada.
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