Una fiesta por Finky
31/10 - La mañana de este domingo 31 de Octubre será recordada como la jornada en que el Club Temperley demostró que toda una familia reclama lo que le pertenece.
A las once y unos minutos una gruesa caravana de hinchas salió desde la sede y se dirigió caminando hacia el terreno de Finky. Adelante un trapo que decía a las claras el porque de la marcha: Finky es Celeste.
Sin otros gritos que "Soy de Cele" o "Finky es del Cele" y las consabidas canciones tribuneras el medio millar de hinchas recorrió las cuadras que separan al predio de la sede para ver disputar un partido de inferiores y expresar claramente a quienes miran para otro lado o intentar poner palos en la rueda que "ese terreno no se negocia".
Con la notoria ausencia del sector denominado "San José" (¿Que le habrá pasado a este sector que no duda en cantar que da la vida por Temperley?) y la notoria presencia de familias ansiosas de decir "esto también es del Club" se empezó a jugar el partido entre chicos de inferiores ante la presencia de centenares de hinchas que se comportaron con la corrección que los provocadores profesionales deseosos de victimizarse habían negado.
Un dato curioso fue que, al mejor estilo de los servicios en la dictadura desde el espacio llamado “Finky Verde” se fotografió a los asistentes a la marcha desde la cabina de vigilancia y también desde otro sector (Gambeta tiene las fotos de estas personas por si llega a pasar alguna cosa a futuro).
Cerca del mediodía la tarea fue prender el carbón para cocinar los choris, mientras los pibes de las inferiores terminaban la práctica en su cancha.
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Pasada la una de la tarde se comieron los choris y empezaron las anécdotas de muchos que pasaron por las inferiores del Cele, que jugaron en Finky y se volvían protagonistas de la jornada.Algunos temas importantes:
Los chicos y los no tan chicos que hicieron un picado después tuvieron que ir a buscar la pelota varias veces a las vías (¿se hará responsable el UGOFE, el municipio o los vecinos que llamaron un patrullero para parar el alambrado si pasa algo con alguno de los pibes?)
La pelota se cayó también varias veces al zanjón y hubo que hacer la clásica cadena para ir a buscarla (¡ese lugar reclama un entubado urgente!).
Para cerrar una reflexión: A veces quienes tildan a los demás como violentos, son quienes en realidad necesitan de la violencia para existir.